... de memoria lo cuento V

TRASCRIPCIONES DE LAS CONVERSACIONES CON
CARMEN SÁNCHEZ CARREÑO,
HIJA DE JOSÉ SÁNCHEZ CASTILLO.
GRABADAS DURANTE EL OTOÑO DEL 2008 POR SU HIJO
MANUEL MIGUEL MATEO SÁNCHEZ.


Advertencia a los lectores:
Estos son, ni más ni menos, que los recuerdos de una niña de nueve años contados por ella misma setenta y dos años después, es pues un relato en el que la memoria juega un papel importante, la niñez y la vejez son los momentos en los que nuestra memoria es más frágil, pero como alguien, acertadamente dijo: “La memoria es el corazón del hombre”.



Pregunta - ¿Y la abuela que decía? ¿Cómo lo llevaba ella?
Respuesta - Muy mal, muy mal.
P- Durante ese tiempo ¿Qué decía la abuela? ¿Hablaba con alguien? ¿Tenía amigas allí en el pueblo?
R- No, no era mujer de amigas, no… y ya está, y que luego, pues eso, que lo menos al mes de haberle pasado eso, pues vinieron los…
P- Perdona, antes de que pasemos a otro tema ¿Os dieron algún… os dijeron simplemente que… os dieron algún papel?
R- No, ni un mal papel… que yo sepa, que yo sepa no. Yo sé que había una partida de defunción, porque el cura que vivía en nuestra casa en la calle Elvira, después ya viviendo en la calle Elvira, pues ese fue el que sacó la partida de defunción, porque estaba empeñado en que yo cobrara la orfandad de los niños de la guerra. Mi madre no quería, decía que no quería dinero de ellos.
P- ¿Qué decía la abuela?
R- Que no quería dineros de ellos, y decía D. Francisco…
P- ¿D. Francisco era el cura?
R- Sí, y decía: “¿Y porque la chiquilla no va a poderlo cobrar?” y… ¿Qué te estaba yo contando?
P- Sí, me ibas a contar sobre lo que os habían dicho, si os habían dado alguna comunicación ¿Ya no os dijeron nada, ni donde estaba el cuerpo…?
R- Nada.
P- ¿Alguien sabía algo de lo que hacían con…?
R- Sí… en el patio San José, eso si lo sabemos porque la gente del pueblo que iba a caso hecho todos los días a ver, y veían los que iban y los contaban: “De Pinos Puente han caído tres… fulanico, menganito, este, este otro…
P- ¿Y no había manera de que esos cuerpos…? ¿Hubo gente que pudiera saber que lo mataron ayer y fueran al día siguiente a coger el cuerpo y enterrarlo?
R- No, que va ¡Quién se señalaba! El que se señalaba caía al otro día. Yo en el colegio tuve que decir que se había muerto… según mi madre me dijo, que lo que tenía que decir es que se había muerto mi padre de una pulmonía, porque si no te echaban del colegio.
P- … Pero… tampoco se sabría ¿No?
R- Pero, cuando vinimos a Graná…
P- Ya, bueno… pues cuéntame lo de que al mes fueron…
R- Pues que al mes o así, que vino la Falange…
P- ¿Por qué sabías que era la Falange?
R- Los falangistas
P- ¿Por qué sabías que eran falangistas? ¿Por qué venían vestidos de falangistas?
R- Por la camisa azul, la boina puesta en el hombro… y el…fusil.
P- ¿Tú te acuerdas de los fusiles?
R- ¡Ay!, eso mira… se me ponen los vellos de punta, cuando yo los vi entrar… mi madre dándoles gritos, diciéndoles: “Criminales” de todo, de todo lo que se le puede decir…
P- ¿Qué le decía la abuela?
R- “Criminales, criminales, a mi casa no entréis”, pero empujaron y entraron para adentro.
P- ¿Y quienes eran? ¿Eran conocidos, mamá? ¿Eran gente del pueblo?
R- ¿Serían gente del pueblo? Pero no lo sé, y entonces empezaron a coger los cuadros de la pared, a quitarle las puntillas, a mirar por detrás, entre el cartón y los santos, porque mi madre tenía muchos santos.
P- Sí, me lo has dicho ¿De esto te acuerdas mejor porque lo has visto tú?
R- Claro, todo eso lo presencié yo, estaba mi madre, mi hermana y yo, las tres, y empezaron a… y le decía mi madre: “Maricones, maricones, que eso lo hacéis porque estamos tres mujeres solas, si hubiera aquí un hombre, eso no lo hacíais” y ya entonces uno de ellos le dijo: “Ya se está usted callando, que si no, donde ha ido su marido va a ir usted, cómo no se calle usted, va a ir usted, ¡Vamos! ¡Que nos la vamos a llevar pa´adelante!”
P- ¿Y encontraron algo?
R- Nada, nada, lo único que encontraron es que se llevaron la radio, eso sí lo vi yo, a ellos con la radio en la mano, que se la llevaron, que era la única radio que había en el pueblo, una o dos radios habría…
P- ¿Y cómo es que el abuelo tenía radio?
R- Pues, porque compró la radio, porque le gustaba
P- Te pregunto… porque no era una cosa… ya me dices que es raro si había una o dos en todo el pueblo, o tres o cuatro, o las que fueran.
R- No, no, no habría más de dos.
P- Y además… porque valdría un dinero… ¿Tú te acuerdas que escuchaba el abuelo en la radio?
R- … Noticias y cosas así, se ponía con el oído pegado, la ponía muy callandito, ponía el oído pegado, pegado… La radio esta puesta, ahí en una fotografía.
P- Sí, esa en que se ve a tu hermano, que se ve el humo del cigarro…
R- Sí, sí, sí.
P- Sé la foto que es.
R- Pues se llevaron la radio y ya no sé si se llevarían también la máquina de escribir…
P- Es verdad, que estuvimos hablando antes… ¿Porque una maquina de escribir tendría que haber?
R- Sí, porque venían los señoricos a pedirle el favor, porque escribía muy bien… que venían bastantes, a hacer cosas de papeleos, de cosas.
P- Y me imagino que también gente que vendría a que le leyera cartas y papeles…
R- También, también… pero esos ya eran los de la gorra…
P- ¿Los de la gorra?
R- Sí, los que iban con la gorra y cuando llegaban se la quitaban y se la metían debajo del brazo.
P- ¿Qué eran? ¿Gente más humilde?
R- Claro, gente más humilde, obreros, con la camisa abrochadilla aquí arriba, y llegaban con su gorrilla, preguntaban por mi padre, por Sánchez… y se quedaban muy rezagadillos, yo le decía a mi padre: “Papá que está ahí uno con gorrilla”, y me contestaba mi padre: “¡Dile que pase!”
P- Y el abuelo ¿Les leía las cartas…?
R- Seguramente, él se metía en una habitación que tenía allí una mesa y unas sillas y eso, como un despachillo y allí los atendía. Yo les decía “los de las gorrillas”, porque enseguida que pasaban el dintel de la puerta se quitaban la gorra, se la ponían debajo del brazo…
P- Pero ¿Esa gente no le daba nada al abuelo?
R- Nada, supongo que nada, lo haría por gusto, y mi madre se lo decía, eso si me acuerdo yo que se lo decía, que le decía mi madre: “¡Hay que ver! ¡Tú nada más que dar, dar, dar! ¿Y si alguna vez nos hace falta? ¿Qué le vamos a dejar a nuestros hijos? Y le decía mi padre: “¡Oye! ¿Qué te dejó a ti tu padre y tu madre de herencia?, y mi madre contestaba: “A mí nada, yo tenía cinco años”, y él le decía: “Pues a mí tampoco me dejaron, así que cuando nosotros faltemos que trabajen, que para eso les estamos enseñando a que trabajen, que trabajen cómo nosotros estamos trabajando ¡De herencia nada! ¡Aquí no hay herencias! Lo que hay se gasta”. Eso sí se lo oía yo decir a mi padre
P- ¿Cuánto tiempo estuvieron la abuela y el abuelo juntos? ¿Sabes cuando se conocieron o cuanto estuvieron de novios?
R- ¡Pues ya ves tú! Sería cuando hizo mi padre la mili…
P- Vamos a intentar hacer un cálculo, porque vinieron ya con…
R- Con mi hermano que tenía ya, pues dieciséis o diecisiete años más que yo, así que hazte una idea…
P- Porque, entonces… llevaban mucho tiempo juntos.
R- Claro, mucho, mucho.
P- Bueno, pues cuéntame más cosas que te acuerdes de los dos.
R- Pues me acuerdo por el Corpus, que nos veníamos en el tranvía a la procesión del Corpus, porque a mi madre la procesión del Corpus no había quién se la quitara, cuando veíamos la procesión del Corpus, mi padre la acompañaba, y después cuando veíamos la procesión nos llevaba mi padre a Los Manueles y allí comíamos siempre lo mismo: Sopa de picadillo y albóndigas en salsa.
P- ¿Y croquetas no? Porque ¡Son famosas las croquetas de Los Manueles!
R- Pues a lo mejor, pero yo de las albóndigas en salsa y de la sopa de picadillo me acuerdo mucho, y luego ya después íbamos a ver las carocas, íbamos a ver… ¡Pues todas las cosas que hubiera en el Corpus! Y luego ya por la tarde, pues entonces ya era el punto fuerte… era coger un taxi, que eso ¡Para coger un taxi en aquellos tiempos!, y nos llevaba al pueblo, ya no nos íbamos en el tranvía, que ya estábamos muy cansados, pero que eso era una vez al año, y la procesión la veíamos en la Plaza de las Pasiegas, porque cómo allí trabajaba su hermano de dependiente en la casa Los Menas, que era una tienda… cómo… de quincalla, le decían quincalla.
P- ¿Antigüedades?
R- No, quincalla es… mercería, vendían de todo: Artículos de regalo y todo lo que hay de mercería…
P- Pero entonces ¿El abuelo además de llevaros a los niños a todas las cosas del Corpus, sería también por acompañar a la abuela?
R- Claro, porque él… la procesión… no.
P- ¿Y la Semana Santa?
R- A la Semana Santa le gustaba venir también.
P- Y ¿Allí en el pueblo había cosas así?
R- No, no.
P- Bueno, vamos a volver a cuando lo detuvieron ¿Al mes cuando dices que pasaron los falangistas a llevarse… o a buscar…?
R- A buscar lo que había.
P- ¿Volvieron alguna vez más?
R- No, ya no vinieron más. Pero luego mi hermano indagó, indagó a ver dónde estaba la radio y se enteró que habían puesto una Comandancia en la zona.
P- ¿De soldados o de guardias civiles?
R- De soldados, que la habían puesto en Albolote, y ahí indagó, y allí es donde estaba la radio.
P- Se la llevaron los falangistas y acabó en la Comandancia.
R- Pues sí.
P- ¿Se llevaron algo más?
R- Pues, la máquina de escribir, pero lo que más me acuerdo es de la radio, porque estábamos con la radio ¡Que hazte una idea! Yo lo único que les vi fue la radio en las manos, son cosas que se te… ¡Que ahora mismo los estoy viendo a los tíos! Pero que no me acuerdo de otra cosa, pero si de quitarle con una navaja las puntillas a los cuadros para mirar a ver si entre el cartón y la imagen había escondido algo, ¡Ah! Nos miraron hasta en la chimenea, en la chimenea también miraron a ver si había algo guardado… una bolsa… algún papel, miraron debajo de los colchones…
P- Y cuando buscaban ¿Estabais solas las tres?
R- Sí, las tres.
P- Y después de esto ¿Cuánto tiempo más estuvisteis en Pinos Puente?
R- Poco tiempo… cuando la aurora boreal.
P- No sabía que hubo una aurora boreal.
R- Pues hubo una aurora boreal
P- ¿En Granada?
R- En Granada.
P- ¿Cuándo?
R- Pues en ese tiempo… y me acuerdo que también tiraron veinticinco cañonazos, los rojos… digamos, bombardearon Pinos Puente con cañones y tiraron veinticinco cañonazos, que nos fuimos todos al campo… ¡Yo cuando llegué a mi casa no llevaba zapatos! Yo ya no se ni cuando se me perdieron, porque nos metíamos en las hazas que estaban recién regadas, y todo lleno de barro.
P- De barro hasta arriba…
R- Yo se que llevaba el barro hasta las rodillas, a mi madre, mi hermana y eso si les llegaba por los pies, pero yo lo llevaba por las rodillas, ¡Cuando yo me vi, no llevaba ni calzado, ni zapatos!... huyendo, y nos íbamos para un lado y pasaban las balas… por encima, mataron a dos muchachos que había sordomudos, que tenían al lado del Puente de la Virgen una barbería, cayó allí un cañonazo, yo me acuerdo que estaba en el colegio y fue mi hermana corriendo a por mí, y todas las madres fueron a por los niños al colegio, porque antes no recogían las madres a los niños en el colegio, que los niños nos volvíamos a la casa por nuestra cuenta, pero que aquel día todas las madres fueron a por ellos, y que fue mi hermana y que dijo que nos fuéramos corriendo que estaban cayendo cañonazos y que nos íbamos a ir al campo, que nos íbamos a ir de las casas.
P- ¿Y eso cuando fue? ¿Por Septiembre?
R- Pues cuando la aurora boreal.
P- ¿Cuándo fue la aurora?
R- Pues, es que no me acuerdo.
P- Te pregunto, porque ¡Es una cosa tan rara!, una aurora boreal en el sur de Europa es muy difícil, eso sería muy sonado, eso tuvo que salir en todos los periódicos.
R- Claro, y decían: “Está Graná ardiendo, ardiendo por los cuatro costados, Graná entera está ardiendo…” Y toda la gente de rodillas en el suelo, rezando, mirando para el cielo.
P- Yo me imagino, que lo utilizarían los nacionales para decir ¡Hay que ver los rojos que…!
R- Pues si, parecía que estaba Granada ardiendo entera, porque era todo el cielo, todo el cielo colorao, y claro desde Pinos Puente pues se veía todo el cielo rojo, rojo, rojo. Y después ya a otro día dijeron que era una aurora boreal.


Nota: Esta excepcional aurora boreal se pudo ver desde Inglaterra hasta todo el sur de Europa, el 25 de enero de 1938.


... continuará

1 comentario:

ISABEL ISABEL dijo...

hola me haemocionado muncho esta historia me gustaria poder ablar con alguien de esta familia y que estoi vuscando ami tio antonio maartin casado de pinos puente lo mataron con trece años y me in teresaria poder ponerme en contacto con ellos por lo que an dicho de que avia una jente que ivan a donde los fusilavanpara ver si podemos tener alguna pista i si su madre aun vive alomejor se acuerda de mi familia les llaman los periquitos por favor poneros en contacto con migo u fuerte abrazo telefon 974316388