El abuelo era inocente


Nadie se lo tenía que decir a mi madre, ella siempre lo supo, la abuela murió sabiendo que su marido, nuestro abuelo, era inocente. La familia también lo sabía, sus amigos, sus compañeros de trabajo, los vecinos de Pinos Puente. También lo sabían quienes firmaron la orden de ejecución, también quienes dispararon contra José Sánchez Castillo aquel 25 de Agosto de 1936.
Pero han tenido que pasar 74 años para que su hija, nuestra madre, tenga en sus manos el único papel en el que se honra su memoria de una forma oficial. Es un papel, sólo un papel, pero en él se recuperan 74 años de olvido, y honrar su memoria es un acto de JUSTICIA con mayúsculas.
Nosotros tuvimos la suerte de conseguir la partida de defunción y de recopilar alguna información para pedir al amparo de la Ley de la Memoria Histórica el documento que mi madre tiene en sus manos.
¿Cuántos miles más de inocentes, sin familia, sin descendientes, sin nadie que les recuerde permanecen en el olvido? Recuperar su memoria y su dignidad es una necesidad, una obligación y una deuda pendiente de nuestra democracia.
La memoria es el corazón del hombre.

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MINISTERIO
DE JUSTICIA



Madrid, 17 de noviembre de 2010


Estimada Sra. Sánchez Carreño:

Quisiera, en primer lugar, manifestarle mi comprensión ante la difícil tarea de recopilar y presentar la documentación que acompaña a su solicitud de declaración de reparación y reconocimiento personal recogida en la Ley de la Memoria Histórica.

Hemos acogido con especial sensibilidad los recuerdos que conserva de ese pasado, siempre presentes en su memoria familiar y que nos ha confiado con la finalidad de poder rescatar del olvido y honrar la memoria de quién padeció injusta persecución y violencia, por razones políticas o ideológicas y defender los valores democráticos.

Como expresión del derecho individual de cada ciudadano a su memoria personal y familiar, le acompaño la presente declaración, que pretende ser la voz firme y decidida de que la memoria de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura permanecerá siempre viva.

Con afecto, un saludo cordial.




Purificación Morandeira Carreira
Subsecretaria

2 comentarios:

José Alfonso Pérez Martínez dijo...

Muchas felicidades, amigo, y a toda tu familia. Esto es un papel pero es más que un papel, al mismo tiempo. Qué triste que haya tardado tanto en venir este reconocimiento, sin embargo, pero por lo menos al fín lo tenéis. El mismo Estado que fusiló a vuestro querido abuelo reconoce hoy de forma oficial que era inocente, que se cometió una injusticia. Ese documento nos congratula a todos los que amamos la Justicia, la de verdad.

Corleone dijo...

Muchas felicidades! Y me alegro por el texto que os envían. Aunque la Ley se quedara corta y el papel del Estado en general sea vergonzoso en este tema, al menos hay gente que parece sinceramente sensible. Un abrazo, Salud y República!!